Código periodístico Mutante

Somos Mutante. Nacimos con la misión de generar conversaciones sociales orientadas a promover el bienestar individual, colectivo y del planeta.
El periodismo, la creatividad y la experimentación fundamentan nuestro oficio.
El cuidado, el servicio, la transparencia, la diversidad y el rigor orientan nuestra labor periodística.
Creemos en un periodismo que denuncia la injusticia, la violencia y la desigualdad. Un periodismo que promueve comunidades, moviliza públicos y cataliza procesos individuales y colectivos de transformación.
A ese, un periodismo colectivo orientado al cambio social, lo llamamos: periodismo mutante.
Cada mutante es libre y autónome y tiene, como cualquier ser humano, la capacidad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Nunca será obligade a actuar en contra de su conciencia, y deberá obedecer siempre a ella, así como al presente código ético y de cuidado.
Les periodistas mutantes cuidarán siempre la dignidad de todas las personas involucradas en la creación de un contenido periodístico, y serán honestes y transparentes con sus intenciones.
El periodismo mutante busca aportar y contrastar todos los elementos y puntos de vista necesarios para generar en sus públicos la mayor comprensión posible sobre un hecho o problema. Es pedagógico y colaborativo.
No miente ni tergiversa los hechos para justificar una visión particular del mundo, es transparente frente a los valores que defiende, reconoce sus sesgos y duda de sus propias verdades.
Cada periodista mutante habita la duda.
El principal objeto de atención del periodismo mutante es el Poder.
Creemos en que el público debe vigilar al poder. Y que un periodismo de servicio debe privilegiar todo registro y denuncia de un acto de abuso de poder, en especial aquel que niega el derecho a la vida.
El periodismo mutante escucha, visibiliza y aprende con los excluidos, y promueve la defensa de los Derechos Humanos.
Ejerce una particular atención sobre el poder patriarcal. Cree en un periodismo feminista que no solo denuncia el abuso, sino que construye herramientas para desactivar las condiciones que propician el abuso.
Al periodismo mutante también le preocupa el poder económico como generador de desigualdades y crisis ambientales, así como el clasismo, como expresión viva y cotidiana del abuso de este poder.
Creemos que el periodismo es poder. Y en el poder de la conversación entre diferentes. Y en un periodismo colectivo que construye verdad contrastando verdades.
No dejaremos de consultar y convocar a nuestras conversaciones a personas con pensamientos o valores opuestos; estaremos siempre abiertes a aprender de su visión y conocimiento sobre el mundo, pero cuestionaremos sus verdades con hechos contrastados y verificados. A esto lo llamamos: conversación informada.
Defendemos la libertad de expresión, pero rechazamos el lenguaje de odio. Nos reservaremos el derecho a eliminar de nuestras conversaciones los comentarios que atenten contra la dignidad de personas o comunidades, en especial las más vulnerables.
No tenemos “fuentes” de las que extraemos información, tejemos relaciones y vínculos con personas con las que construimos verdad desde la duda, la crítica, el cuidado, la transparencia y la independencia.
Nuestro cuestionamiento al Poder nos obliga a revisar el poder del periodismo. Somos conscientes de las desigualdades y asimetrías que se presentan en los procesos de producción de información, y nos preocupamos por reducir los daños que podamos causar con nuestro oficio, especialmente a aquellas personas y comunidades más vulnerables.
Cada periodista mutante se esfuerza por informar de forma clara, precisa y creativa. Busca que su periodismo sea excelente, bello y cautivador, y que sirva al interés público por encima del individual.
El rigor intelectual es un mandato.
Nuestra lealtad se debe al público.
Construimos, hacia adentro, el mundo que promovemos hacia afuera. Por eso nuestras relaciones y condiciones laborales se regirán por este mismo código ético y de cuidado.

● Nos esforzaremos por construir un ambiente de trabajo equilibrado, amistoso y horizontal, que cuide integralmente de cada une de nosotres y a los públicos que servimos.