Emergencia climática: de la tristeza a la acción

Fecha: 2021-08-25

Por: Mutante

Emergencia climática: de la tristeza a la acción

Por: MUTANTE

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Cuando el huracán Iota, el primero de categoría 5 que azota a Colombia, golpeó con intensidad la isla de Providencia y Santa Catalina en noviembre del año pasado, los medios de comunicación volcamos las cámaras y micrófonos para documentar el poder del viento enfurecido a 250 kilómetros por hora contra un pequeño pedazo de tierra en el Caribe. El 98 % de la infraestructura quedó destruida, más de 6.000 habitantes damnificados y cuatro personas murieron. La inequidad y las promesas incumplidas quedaron al descubierto, por supuesto, pero el cambio climático también aprovechó la coyuntura para hacerse camino y acaparar algunas miradas. Tuvo sus 15 minuticos de fama. Insuficientes, eso sí.

Providencia y Santa Catalina son solo un ejemplo. Durante 2020, cerca de 31 millones de personas en el mundo tuvieron que desplazarse de sus hogares como consecuencia de eventos relacionados con el clima (sequías, inundaciones, incendios forestales, olas de calor extremas o tormentas) y geofísicas (la erupción de volcanes y terremotos). El sistema climático está cambiando y en Mutante creemos que es importante entender por qué.

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¡Hola! Soy Tatiana Pardo, reportera de temas científicos y de derechos humanos. Estuve coordinando #HablemosDeEmergenciaClimática, una conversación que tenía como objetivo avivar nuevas discusiones y aterrizar la ciencia a nuestra cotidianidad. ¡Volverla cercana! La razón es sencilla: el cambio climático es real, es urgente, es grave, nosotros somos la principal causa, existe consenso científico y hay esperanza.

Así que durante dos semanas abordamos diversos temas para entender cómo es que la emergencia climática se conecta con otras esferas de la vida, más de lo que podemos creer.

 

SALUD MENTAL

¿Alguna vez has sentido profundo dolor por la pérdida acelerada de hábitats naturales y las especies que allí viven? ¿Miedo o incertidumbre por las consecuencias del cambio climático para las futuras generaciones? ¿Culpa por quedar embarazada (o si quiera pensarlo), consumir carne de res o viajar en avión? ¿Rabia con los políticos o empresas más poderosas que parecen hacerse los de la vista gorda ante la responsabilidad de sus decisiones? ¿Tal vez estrés? Bueno, no estás sola/lo.

Tuvimos un espacio de desahogo para hablar sobre Ecoansiedad: la relación entre el cambio climático y la salud mental. En menos de 24 horas más de 100 personas se inscribieron, lo que se traduce en un llamado a seguir charlando y construyendo esta red. El espacio fue asesorado por Eduardo Sandoval, especialista en Psicología de la Emergencia y Desastres e investigador de la Universidad Autónoma de Chile.

  • Aprendimos que hay tres factores que son importantes cuando hablamos de ecoansiedad: la incertidumbre, la imprevisibilidad (más allá de los esfuerzos individuales no sabemos la magnitud, la velocidad o el momento exacto en que una serie de eventos potencialmente catastróficos ocurrirán) y la incontrolabilidad (hay cosas que se nos salen de las manos y vale la pena cuestionar a los principales causantes del daño).
  • Quienes asistieron al círculo aseguran que la emergencia climática les genera un coctel de emociones, a veces difícil de digerir. Las principales fueron: angustia, preocupación, desesperanza, impotencia, frustración, agobio, tristeza, indignación, desamparo, rabia, empatía, responsabilidad y resignación. La conversación navegó entre las aguas del “ya todo está perdido” y “debemos hacer algo”.

Me preocupa pensar en los planes a futuro, tener una familia o un proyecto de vida más grande que yo. Es muy desesperanzador pensar en traer un ser a un mundo cada vez más inviable. Laura Gómez

  • El encuentro reveló una palabra clave: el duelo. De acuerdo con Steve Running, profesor de Ciencias de los Ecosistemas y la Conservación de la Universidad de Montana, y Daphne Wysham, fundadora del programa de justicia climática del Instituto de Estudios Políticos en Washington, el duelo climático tiene cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Pero hay una ñapa: el trabajo. Esta última nos permite condensar todo hacia la acción, llenarnos de coraje y luchar conjuntamente.

Todavía tenemos la posibilidad de actuar para evitar algunos efectos catastróficos de la crisis, y ahí hay una fuente constante de esperanza. Pero hay muchas cosas que ya implican daños irreversibles, y eso sí o sí significa un duelo. No huir de ese duelo es fundamental. Creo que es necesario permitirnos sentir tristeza y sentir miedo. Mariana Matija

Depresión. La siento cuando veo que a los humanos el problema más grande que tenemos nos parece un chiste. Miedo al ver que la humanidad se cree superior a la naturaleza. Aceptación al ver que esto puede cambiar y que tenemos el poder para que así sea. Malitaf

  • También sentimos que lo que hacemos es insuficiente, y que hay unos (países, empresas, gobiernos, industrias, etc.) más responsables que otros. Por poner un ejemplo: entre 1965 y 2017, tan solo 20 empresas fueron responsables del 35 % de las emisiones globales de dióxido de carbono y metano en la atmósfera. ¿Quiénes son los responsables de los platos rotos? 

Se nos ha instalado la narrativa de que los cambios individuales son importantes cuando en realidad son insuficientes frente al accionar de compañías en complicidad con los gobiernos de turno. La democracia debe abrirse, no podemos darle más a este sistema de “representación”, necesitamos más participación ciudadana.

Hay algo que me ha movilizado y es hacerme preguntas desde mis privilegios. Por ejemplo: ¿En dónde estoy poniendo mis inversiones? Uno puede empezar a hacer pequeñas revoluciones para hacerle frente a la relación entre la crisis climática y el capital financiero, especialmente en qué se gasta nuestro ahorro pensional. Diana López

 

RECONOCEMOS EL PROBLEMA Y LA MAGNITUD

  • #HablemosDeEmergenciaClimática nos reveló una audiencia consciente y preocupada por el tema! La mayoría de respuestas en las redes sociales estuvieron encaminadas a reconocer que los impactos del cambio climático se viven de manera desproporcionada y diferenciada en las poblaciones más vulnerables, quienes, irónicamente, no son los principales contaminantes.

Emergencia climática es hablar de justicia climática, los efectos profundamente desiguales de los eventos climáticos extremos, la expansión de vectores de enfermedades tropicales, la pérdida de trabajos y la expansión de brechas sociales y económicas.  Juan José Guzmán Ayala

Esta es una crisis que hay que abordarla desde una mirada multidimensional (territorio, gobierno, cultura, género, ambiente, biodiversidad, etc.). Shots de Ciencia

  • El testimonio de María Rosario Chicunque, lideresa indígena del pueblo Kamsá (en Mocoa, Putumayo), condujo la mirada hacia los bosques naturales, las semillas nativas y los ciclos de lluvia para las chagras. En un país mega diverso como el nuestro, pero con altísima conflictividad alrededor de los recursos naturales, las minorías étnicas juegan un rol crucial en la defensa y conservación de ecosistemas estratégicos para reducir y mitigar los embates del cambio climático.

Anteriormente nuestros abuelos tenían un calendario lunar de siembra y cosecha. Hoy ya no se puede tener en cuenta porque ya no sabemos cuándo llueve y cuándo hace sol. Junto con nuestras semillas se va perdiendo el conocimiento. Allí encontramos salud, alimento y educación.  María Chicunque.

 

LA PÉRDIDA DE LOS GLACIARES NOS GENERA TRISTEZA

¿Sabías que en Colombia ya se extinguieron ocho glaciares? Tuve la oportunidad de escribir el reportaje que inauguró esta conversación sobre el derretimiento acelerado del Santa Isabel, el próximo que desaparecerá en Colombia. Se trata de un volcán nevado que está en su lecho de muerte y que, desafortunadamente, en menos de una década dejará de existir. Hoy solo le quedan 0,5 kilómetros cuadrados de hielo, de los 28 que algún día tuvo.

  • “Qué dolor”, “qué miedo y qué tristeza”, “no puedo con esta belleza y también tristeza”, “me duele leer esto”, “nos estamos extinguiendo nosotros mismos” fueron algunos de los comentarios que relucieron cuando publicamos el corto documental con nuestra travesía hasta alcanzar su cumbre blanca a más de 4.800 m.s.n.m., junto a Jorge Luis Ceballos, el único glaciólogo que tiene el país.
  • Con esta pieza infográfica detallamos algunas de las principales características de los últimos seis glaciares que nos quedan: Santa Marta (Chundua), El Cocuy (Zizuma), Ruiz (Kumanday), Santa Isabel (Poleka Kasue), Tolima (Dulima) y Huila (Wila). Hubo un llamado a la acción y a aceptar los cambios. 

Todos nuestros glaciares están a pocos años de desaparecer. De verdad es una pena que no haya manera de revertir el daño, pero sugiero que unamos nuestras voces, actos y votos para al menos retrasar este proceso. Joe_eks82

Mmmmm triste, por nosotros. Un hecho estético. Nada para el planeta. Brigitte Baptiste

  • Los glaciares también pusieron sobre la mesa a otros ecosistemas en peligro: la selva del Guaviare (uno de los departamentos más deforestados de Colombia), el mar Caribe, el bosque seco tropical y el páramo de Chingaza.

 

¿SOMOS LA PEOR DE LAS ESPECIES?

  • En la medida en que fuimos ahondando en la ciencia del clima, especialmente con un video explicativo de la investigadora Paola A. Arias, profesora de la Universidad de Antioquia y autora del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), un sentimiento de misantropía, de aversión y desprecio por nuestra especie, afloró. ¿Lo hemos arruinado todo? ¿Somos “la peor de las plagas”? ¿Nos merecemos la extinción ya? Estos fueron algunos de los mensajes:

Ya valimos verga.

Lo mejor que podemos hacer es suspender la producción de seres humanos.

[La emergencia climática] también representa el fracaso de la humanidad en todas sus disciplinas. Todos fallamos y aún somos incapaces de solucionarlo. Alejandro Rueda

Asistimos y somos cómplices de nuestra extinción. Un virus que aceleradamente destruye el planeta tierra: en eso nos convertimos. Ambición. Poder. Nos quedó grande convivir con la naturaleza. Adaptémonos a nuestro destino: sobrevivir. Ildefonso Cardona M. @IldeCardona

 

NUEVOS TEMAS EN EL TINTERO

  • Esperamos que la Guía para hablar con un negacionista del cambio climático y no morir en el intento les sea útil para avivar mejores y profundos debates en distintas esferas (familiares o académicas, por ejemplo). Si alguien les dice que el cambio climático es un invento sin consenso científico, o que “los humanos no somos la principal causa” o que “el planeta ya se ha calentado antes y es proceso completamente natural”, en la guía tienen respuestas sencillas para usar cuando haga falta.

Los más importante es que nos dimos cuenta de que hay una red sólida para amplificar estos mensajes y seguir co-construyendo desde distintas trincheras y saberes. ¡Sigamos! No necesitamos de una tragedia para hablar sobre cambio climático. Siempre es el momento.

 

TEMAS EN EL TINTERO

El cambio climático en relación con:

  • El género
  • La alimentación
  • El transporte
  • El activismo y las juventudes
  • Las inversiones, ahorros y pensiones