Vigilar a quien castiga: el registro de la violencia policial podría hacer la diferencia

Al terminar el 2020, cerramos nuestro segundo ciclo de conversación #HablemosDeMovilización. Durante 3 semanas reflexionamos sobre los imaginarios que rodean la movilización en Colombia y sobre lo que sucede en el proceso de instrucción de los uniformados que, en muchos casos, han protagonizado escenas de violencia contra los manifestantes. ¿Cómo defender el derecho a la protesta en un contexto como este? Comparte los principales aprendizajes de este ciclo de conversación en tus redes y grupos de interés. #HablemosDeMovilización #HablemosDeLaPolicía

Fecha: 2021-02-15

Por: Mutante

Vigilar a quien castiga: el registro de la violencia policial podría hacer la diferencia

Al terminar el 2020, cerramos nuestro segundo ciclo de conversación #HablemosDeMovilización. Durante 3 semanas reflexionamos sobre los imaginarios que rodean la movilización en Colombia y sobre lo que sucede en el proceso de instrucción de los uniformados que, en muchos casos, han protagonizado escenas de violencia contra los manifestantes. ¿Cómo defender el derecho a la protesta en un contexto como este? Comparte los principales aprendizajes de este ciclo de conversación en tus redes y grupos de interés. #HablemosDeMovilización #HablemosDeLaPolicía

Fecha: 2021-02-15

Por: MUTANTE

COMPARTIR ARTÍCULO

Una tela en la que se lee “más de 30 muertos” cuelga desde la diminuta ventana de la cárcel La Modelo en Bogotá. En días anteriores los presos habían llevado a cabo una protesta para denunciar sus precarias condiciones de salubridad en medio de la pandemia por el COVID-19. En el marco de esta acción, ocurrida en la noche del 21 de marzo, la guardia del Inpec asesinó a 23 reclusos.

Este fue el comienzo de la represión que acompañó a las comunidades que se movilizaron durante la pandemia.

Las más de 150 acciones de protesta entre marzo y diciembre del 2020, que logramos recopilar a través del rastreo de prensa y la colaboración de nuestra audiencia, dan cuenta de que la movilización nunca se detuvo. Hubo quienes tuvieron que salir a protestar por una renta básica, un salario digno, una vivienda, o el cumplimiento de un acuerdo, y para quienes la respuesta fue el accionar violento por parte de la fuerza pública.

Según la Campaña Defender la Libertad: Asunto de todas, entre el 17 de marzo y el 30 de junio de 2020, la intervención de la fuerza pública en las protestas había dejado al menos 162 personas heridas y 32 muertas.

Sin embargo, fueron las protestas del 9 de septiembre en Bogotá las que pusieron en el ojo público la violencia policial. Esta noche los uniformados dispararon más de 300 veces, asesinando a 13 ciudadanos.

Este hecho nos llevó a preguntarnos acerca de la relación entre la policía y la movilización social en Colombia. Por eso, durante 3 semanas estuvimos conversando sobre movilización, en el segundo ciclo de una conversación que empezamos en octubre, esta vez con especial énfasis en el accionar de la policía en el marco de la misma.

Estos fue lo que aprendimos en #HablemosDeMovilización y #HablemosDeLaPolicía:

– Arrancamos esta conversación con el Varillazos y tiros a matar: un reportaje sobre el desenfreno del abuso policial, escrito por Juan Miguel Álvarez para Mutante. En él ahondamos en el proceso de incorporación e instrucción de la policía, que dejó al descubierto la vigencia de la doctrina del enemigo interno reflejada en el accionar de los uniformados en sucesos como los del 9S.

Así lo explicó un ex infante de marina que comentó una de las publicaciones del texto:

el_senyor_s: Yo cómo orgulloso ex infante de marina diría que es culpa del adoctrinamiento y la falta de pensamiento crítico por parte de las fuerzas armadas colombianas, en donde día tras día les obligan a mantener un orden y un régimen bélicamente justificable. Socialmente, las personas que componen nuestros cuerpos de “orden” casi que jamás han sabido que es el orden en su vida, más del 90% de los soldados rasos son estratos 1 y 2 cuyas opciones laborales o académicas son escasas o “imposibles”.

Jamás voy a olvidar el día que me dijeron, el infante de marina roba, destruye, mata, viola y nunca hace nada malo. Esa es la filosofía de “autoridad” que inculcan en este país.

– Para conocer cuál era la percepción de nuestra audiencia frente al accionar policial durante las movilizaciones, hicimos un sondeo a través de historias de Instagram. Este fue respondido por 1388 personas que, en promedio, calificaron como negativo el rol de la policía en las movilizaciones de este año. De ellas, el 78% afirmó que en años anteriores su rol merece la misma calificación.

Cuando les preguntamos por qué consideraban que su accionar era así, algunas de las respuestas fueron: “corrupción”, “por su formación que tiene tantos vacíos en DDHH”, “los cobija la impunidad”, “doctrina militar”, “mucha formación bélica, poca moral”, “porque los entrenan para eso”, “machismo arraigado”, “por las políticas internas de la institución”, entre otras.

– Esta misma percepción se vio reflejada en la lista de referentes que construimos de manera colaborativa para entender la relación entre la policía y la protesta social. En ella recogemos podcasts, textos, películas y videos que fueron aportados por nuestra audiencia y que contribuyen a este debate.

– Por otro lado, una de las respuestas más recurrentes fue el detallado cubrimiento de las movilizaciones realizado por los medios de comunicación independientes. Pero ¿puede la veeduría ciudadana reducir la violencia policial?

Este fue uno de los puntos que abordamos en el panel Vigilar a quien nos vigila, en el cual participaron Lorenzo Morales, periodista y fundador de Cerosetenta, Berta Camprubí, comunicadora popular del Norte del Cauca, y Leonardo Jaimes, abogado y defensor de derechos humanos del Equipo Jurídico Pueblos.

Algunos de los comentarios de esta publicación se preguntaban por la violencia ejercida por los manifestantes contra los policías y, en algunos casos, legitimaban el abuso policial en este contexto:

Orlando Tavera: Malparidos que protestan disque para que los dejen fumar marihuana, y disque el estado les debe de dar así no trabajen. Hps sanganos chupa sangre… Yo apoyo 100% a mi policía. Duro con esos vándalos.

-Esta no fue la única publicación en la que encontramos este tipo de comentarios. Estas fueron las opiniones de algunas personas de nuestra audiencia frente al reportaje con el que iniciamos la conversación:

fernandogonzalez2110: Yo apoyo a la policía nacional que fue creada para controlar las marchas. Esos bandidos que estaban acabando con la ciudad tenían que ser neutralizados.

jorgeduranolarte: Si hubiese estado en la casa nada estaría vivo, pero vio la oportunidad de dejar salir la violencia y murió por ella.

– Para entender cuál es el papel que también tiene la sociedad civil en la criminalización de la protesta y la legitimación de la violencia contra la misma, conversamos con Pablo Emilio Angarita, Doctor en Derechos Humanos y Desarrollo, e investigador del Observatorio de Seguridad Humana de la Universidad de Antioquia. En su videocolumna nos contó acerca del animus belli, una característica de la sociedad colombiana que define la tramitación de cualquier conflicto a través de la violencia o la guerra, y las implicaciones que esto tiene para el derecho a la protesta.

– Así, le preguntamos a nuestra audiencia qué ideas consideran que debemos desarmar en Colombia. Esto fue lo que nos dijeron:

clauu_125: Necesitamos desarmar nuestras palabras, a veces por sucesos muy sencillos utilizamos palabras muy violentas, en un día a día.

juandiegomercado_: Hay que desarmar el odio en contra de las diferencias.

laviejamundana: La idea de que esto jamás va a cambiar así deseemos el cambio desde las entrañas.

– Aunque la estigmatización y la violencia policial han sido reiterativas en las protestas este año, las comunidades no se han dejado de movilizar. En este ciclo de #HablemosDeMovilización logramos concretar un ejercicio de rastreo y recolección de información acerca de las movilizaciones que ocurrieron este año. El resultado fueron más de 200 protestas encabezadas por comunidades campesinas, pobladores urbanos, jóvenes, estudiantes, mujeres, entre otros, para quienes la pandemia no fue un obstáculo para movilizarse.

– ¿Qué depara el 2021 para la movilización en Colombia? Ya fuimos testigos de que ni la pandemia ni la violencia policial detuvieron la ola de indignación. La Minga del Suroccidente fue un claro ejemplo. Para salir cada vez más preparados a las calles, construimos un manual con datos prácticos de cómo registrar un caso de abuso policial en una movilización, con el fin de que, llegado el caso, pueda ser útil en el marco de un proceso legal.